¿Alguna vez has sentido que todas las alternativas que tenías, ya se agotaron?


¿En algún momento te has sentido frustrado/a porque las cosas no se han solucionado?


¿Ya no sabes de qué manera continuar en la vida, porque pareciera que todo sale mal?


Si al menos dijiste “si” a una de estas preguntas… Sigue leyendo.

Quizá ya has perdido la esperanza.


En toda la historia, el mundo ha atravesado diversas dificultades, sin embargo la situación actual en la que nos encontramos ahora, ha sido una temporada en la que muchos de nosotros nos hemos visto “obligados” a continuar a pesar de que ya no tengamos fuerzas. 

Todos tenemos nuestras propias razones: quizá tengas hijos, o seas el pilar de tu familia; probablemente sea tu profesión o tus estudios, o bien, la forma en la que te desenvuelves. Sea lo que sea, es importante y es válido.


Pero, estoy segura que en más de una ocasión te has visto en “aprietos”, y has pensado que no hay forma de continuar avanzando. Veamos como se ve esto en lo más profundo:


¿Qué es esperanza? 

Es la confianza en lograr algo bueno, o que suceda lo deseado, es mantenerse expectante de que pasará lo que anhelamos. La esperanza incluye confianza, y está unida a la fe.

 

Si meditamos en su significado, propongo que en pocas palabras, es “esperar con confianza”.


La palabra “Esperanza” aparece aproximadamente 54 veces en el Antiguo Testamento y 31 veces en el Nuevo Testamento. ¿Te imaginas lo importante que es?


En Hechos 16 (versos 22-26) se nos narra la historia de Pablo y Silas, dos hombres que amaban a Jesús, y hablaban de las buenas noticias que había para la gente, pero por esa misma razón, los metieron injustamente a la cárcel.

¿Acaso no te sentirías sin esperanza ante el momento en el que estás haciendo algo bueno, pero te señalan y castigan?


Pero lo interesante, es que en medio de esta situación en donde todas las alternativas estaban agotadas, ellos tomaron una decisión:

Cantar en medio de la desesperanza. 


“Cerca de la media noche, Pablo y Silas oraban y cantaban alabanzas a Dios, mientras los otros prisioneros escuchaban. De repente, un fuerte temblor sacudió con violencia las paredes y los cimientos de la cárcel. En ese mismo instante, todas las puertas de la cárcel se abrieron y las cadenas de los prisioneros se soltaron”. (Versos 25 y 26 TLA)


“Cantar“ en medio de la dificultad, puede verse de muchas formas. No meramente entonar una canción. Pero sí recordando y hablando las promesas que Dios ha hecho para ti, manteniéndote firme, creyendo que Dios está en medio de la situación. 


Una definición básica de “desesperación” es perder totalmente la esperanza.


Me he sentido desesperada muchas veces, ante un diagnóstico de cáncer terminal, ante dos cirugías de corazón abierto y ante un pronóstico de vida muy reservado. ¡Con todo eso, ya debería estar muerta!

Pero, decidí como Pablo y Silas, aferrarme a lo que Dios ya dijo de mí. Y a pesar de que todo parece en mi contra, elijo todos los días creer en que algún día veré una sanidad completa. ¡Y estoy viva!


La verdad es que: Dios no se desespera, Dios no sale corriendo, Dios no huye de tu situación. Él permanece a tu lado. 


¿Quieres saber qué ha dicho Dios de ti y las promesas que están a tu alcance? 

En la Biblia está reflejado su carácter y lo que eres para Él. 

Pero mientras, quiero decirte que no estás solo/a, cuando mantienes tu confianza en Él, él hará lo que le corresponde. 


Elías Cruz nos habla más acerca de este tema en su curso llamado “Canción de Esperanza” y nos enseña como podemos mantenerla a pesar de ver cómo todo está en nuestra contra. 


Activación

¿Cómo lo hacemos?


1.- Escribe en algún espacio (hoja, post-it, notas), ¿cuál es la situación que en estos momentos te hace sentir sin esperanza?

2.- Añade recordatorios en tu celular (alarmas por ejemplo) o en donde puedas verlos constantemente escribiendo versos de la biblia que te hagan recordar que en Jesús hay una esperanza firme. 


NOTA: si no sabes cuáles, al final te añadiré algunos. Pero te invito a que indagues en la Biblia y te apropies de los que te hagan sentido.


3.- Ora, es decir, platica con Dios aunque no lo veas, y si te sientes desesperado/a pídele que te enseñe a mantener la esperanza en Él y que cada día te recuerde sus promesas.


 

“Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo”.

Jeremías 29:11(DHH)

 

 

“¿Por qué voy a desanimarme?

    ¿Por qué voy a estar preocupado?

    Mi esperanza he puesto en Dios,

    a quien todavía seguiré alabando.

    ¡Él es mi Dios y Salvador!”

Salmos 42:11 (DHH)

 

Que Dios, que da esperanza, los llene de alegría y paz a ustedes que tienen fe en él, y les dé abundante esperanza por el poder del Espíritu Santo”.

Romanos 15:13 (DHH)

 

“Ahora bien, fe es la realidad de lo que esperamos.

Es la prueba palpable de lo que no podemos ver”.

Hebreos 11:1 (PDT)

  

“Mantengámonos firmes en nuestra esperanza porque Dios cumplirá lo que prometió. No dejemos nunca de hablarles a los demás de nuestra fe”.

Hebreos 10:23 (PDT)


“Guíame y enséñame tu verdad,

    porque tú eres mi Dios y Salvador,

    y en ti pongo siempre toda mi esperanza”.

Salmos 25:5 (PDT)


Escrito por Keren Álvarez