Tomar un riesgo significa sacrificar nuestra seguridad o comodidad por algo que realmente no sabemos cómo terminará o de qué forma sucederá. Por esa razón constantemente elegimos permanecer en la “zona segura” antes que arriesgarnos a hacer algo diferente. Sin embargo, el tomar riesgos es un acto que requiere de valentía, pues no todos están dispuestos a sacrificar su seguridad por algo que no saben de qué manera funcionará. 


Vivir una vida desde una zona de confort, es lo opuesto a vivir un estilo de vida de fe y vivir de esa manera, siempre nos lleva a correr un riesgo, a dejar lo que conocemos para ir a lugares desconocidos y entrar en nuevas profundidades. Si estando frente al mar elegimos quedarnos en la orilla todo el tiempo, ciertamente nunca lo conoceremos, aún cuando hayamos pasado toda nuestra vida observándolo desde afuera. 

Dios nos hace una invitación constante a conocer cada vez más su corazón y para hacerlo debemos decidir entrar al mar, dar un paso de fe sabiendo que Él es bueno y nos acompaña todo el camino. No hay manera de que podamos separarnos de Él y cuando elegimos tomar un riesgo podemos hacerlo con la confianza de que Él lo hace con nosotros, nos respalda y siempre está a cargo de nuestros sueños, anhelos, deseos y todo aquello que podamos necesitar. 


El amor es un riesgo que siempre valdrá la pena correr, porque no hay forma de fallar, ¿sabes por qué? Porque Jesús ya ganó, ya tiene la victoria sobre toda situación que pueda presentarse en tu vida (1 Corintios 15:57). Quiero decirte que es imposible crecer en fe si sólo estamos dispuestos a vivir en lo natural bajo nuestras propias condiciones, pero si dejamos que Dios entre en escena, entonces todo se transforma porque Él tiene todo el poder y se mueve en una dimensión sobrenatural que sobrepasa nuestro entendimiento y supera nuestras expectativas en todas las áreas. 


Dios es un buen padre, y tiene planes para darnos el futuro que esperamos, pero eso no significa que el proceso para llegar a la meta se va a ver de la manera en la que planeamos o deseamos. Debemos saber que renunciar a nuestros planes, en los cuales nos sentimos seguros y cómodos, nos permitirá aceptar sus planes, aunque no sepamos lo que eso implique, pero lo hacemos desde el amor, descansando en que nos dará más de lo que hemos soñado o imaginado. 


“Sé lo que estoy haciendo. Lo tengo todo planeado: planes para cuidarte, no abandonarte, planes para darte el futuro que esperas.” Jeremías 29:11 MSG



Siempre vale la pena correr un riesgo con Jesús, Él mismo es un ejemplo de eso. Antes de que conociéramos el amor del Padre por medio de Jesús, Él tomó el riesgo de entregar todo de sí mismo sabiendo que nosotros podíamos rechazarlo y no responder de la misma manera, Jesús nos eligió desde ese momento y para siempre. Pero cada día elige amarnos completa e incondicionalmente. (Romanos 5:8)


Recuerda que la fe viene al escuchar la voz de Dios. ¿Confiarías todos tus planes y lo más valioso para ti a un extraño? Seguramente no. La confianza en Dios viene cuando dedicamos tiempo y somos intencionales en escuchar su voz, estableciendo una conversación con Él, haciéndolo parte incluso de los pequeños detalles de nuestras vidas. De esta manera construimos una relación digna de confianza y un lugar seguro para tomar riesgos que cambiarán nuestra manera de vivir.


Activación

Si quieres llevar tu fe al siguiente nivel el primer paso es hacer tiempo exclusivamente para Dios, en donde puedas hacerlo parte de tu vida y dejes que Él hable. Identifica si existe un miedo dentro de ti para intentar cosas nuevas, conocer personas o crear nuevas conexiones, si te gusta tener el control de todo la mayoría de las veces o si simplemente te sientes estancado en un mismo lugar. Si te identificaste con alguna de estas cosas tal vez aún sigues viendo el mar desde la orilla, pero hoy es tiempo de salir de la zona de confort. No tengas miedo de experimentar lo que Dios tiene para ti en el siguiente nivel, no olvides que si Él va contigo no hay forma de fallar, aún cuando eso parezca. Como Padre, Dios siempre te llevará a desarrollar tu máximo potencial y si te está llevando a algo nuevo, no te resistas, confía. Nada de lo que hace lo hace para avergonzarte, sino para llevarte a una libertad total. 


Carolina Castillo habla más acerca de cómo se ve tomar un riesgo en medio de una situación difícil y permanecer conectados a la voz de Dios, por medio de un testimonio poderoso en el curso Fe y riesgo. Si te interesa saber más sobre este tema no dejes pasar más tiempo para registrarte, estará disponible de manera gratuita por tiempo limitado.

Escrito por: Areli Núñez